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| Vestigio Foto por: Juan M. Trujillo Busse Woods, IL En su orden: Original, Corrección de color, Blanco y negro. |
En cada patio de abandono,
cuando jugábamos al sol
y éramos interesantes para los cuidadores de la infancia
novedad, yerro, incomodidad de sorpresa...
hasta que en este lugar
aprendimos a tomar decisiones,
y hay cosas que aprendemos que ya
nadie se interesa por tener la curiosidad
de comprender que de nuevo entendemos;
rebaño evolutivo hecho para los lobos,
para los afilados dientes
de la practica de existir...
y seguimos inválidos mientras ganamos
la estatura que cobija la ley
por que ya nadie nos escucha.
En ese abandono esperamos la ética;
siempre esperamos como una virtud condicionada
solo por cuidar del hato de nosotros,
por alimentarlo para que sufra la venganza de futuros.
Mientras jugábamos al sol
y la matemática de la genética nos hacia esclavos;
de los culpables que removieron a la nada
para obtener este resultado proteico;
mientras lo sometían a las sillas de infante:
atándonos como los locos
untados de cosas como los locos
rojos de llanto en un cuerpo y una
percepción ininteligibles como locos...
Después llegará la escuela y después,
el conocimiento, preparando al hombre
igual que cadenas de ensamblaje;
tapando cada botella de la linea, obturando
la imaginación.
puliendo cada superficie, para hacer nuestra
osmosis contacto manso de lo establecido,
atornillando cada parte, para que no encontremos
excusas de evadir el sino de la vida...
el sol nos abandona en el patio
y tenemos que jugar a las sombras
y hay otras cosas que nos alejan del motor
de la crianza; ya nadie escucha al otro lado,
y todo lo correcto lo debemos de encontrar en el deseo
mientras nos juzga el deseo de los otros,
los pastores generosos de la vida
que multiplican y multiplican esta raza
única de predadores
únicos sin el concepto del fin
que no reconocemos que nos vence el espacio
que la infelicidad es amplitud.
