...

...vuelvo, porque no existe un mundo
como procuró Eloisa -planeta lunar- 
nadie entiende estas ganas locas de besarte, 
el mundo hoy es ruin, 
esta anclado en nieves, espumas, luz artificial...


¿para que?
si puedo siempre anclar en tu senos,
en la darsena profunda de tu mirada,
en la luz del laberinto de las manchas de tus hombros,
y existe el clima en tu cuerpo
helado en sus extremos;
fecundo al comprender mis sueños...


¿Para que este mundo?¿Selenografia de satélites?
si aprendo que es redondo cuando recorro tu cintura
y posee alimento en su tierra de manos y palabras
y se extiende en pasos de ballet -linea de horizonte-
su atmosfera no se respira, es besada,
se calma la sed con líquidos de piel
con huellas entre cuerpos,
las hambrunas son cicatrices de la violencia
de otros mundos...


Aqui existo como un intruso:
en hormigueros, hoyos, cavernas
parasito simbiotico de tu mundo.
al mismo tiempo existo tan alejado
cuando en las noches de Antioquia
veo morir estrellas suspendidas
de la bóveda espacial donde reposas,
aveces la distancia dura tanto como
la luz de soles que no iluminan tu órbita
y varo a medio camino
mientras busco tu mundo en el pielago
de una galaxia que se agota.

Vista del planeta Eloisa.  Captura de imagen desde el sistema solar terrestre, Via Lactea.

UNA PARANOIA CRUEL

Si estuvieras a mi alcance,
mis manos descansarían en tu talle;
suavemente, murmuraría besos 
a esos pocos crespos rebeldes que se escapan de tu pañuelo, 
mientras mi aliento
 -que al mismo tiempo es alimentado por el aroma de tu cuello- 
llega y se esparce, 
hace estragos en tu fosa supraesternal...
tus hombros descansan en mi pecho, 
dos manos se encuentran y se enlazan; 
son piezas anatómicas separadas por mares, 
por crueles abismos.  
Mientras existe la vida del sudor, 
las palmas han sido leídas por tactos monótonos, 
ambidiestros... 
intentaremos el amor como osmosis 
que quiere borrar la piel que nos detiene de nosotros, 
borrar tu miedo a las ruecas del tiempo... 
Tiene palabras este paisaje que formamos atenazados, 
palabras a la sombra, en el vacío de un beso.

Si tu camino te lleva hasta la Higuera, y puedes escuchar el recuerdo del tableteo de las balas, y en los ojos guaraníes descubres ese vinculo que ahora te trae a la memoria la mirada digna que apagaron un octubre; entonces a través de las miradas del hambre te llegará su mirada...ese día cuando camines por la polvareda, lleva mi amistad hasta los que con su bonhomía nos han de enseñar a luchar por la dignidad.