Foto: Juan M. Trujillo |
No hay lugar, siempre el mismo
puerto terreno, y no hay barco
que te arranque a ti mismo. ¡Ah! ¿No comprendes
que al arruinar tu vida entera
en este sitio, la has malogrado
en cualquier parte de este mundo?.
K. P. Kavafis
Tus pies desnudos:
cada paso un límite
aire encerrado en botellas de naufrago
-ese azar-
¿Que dársena y playa aherrojan partidas
para mediar en los bordes?
No son instrumentos tu rastro.
Agujas
inminentes agujas puestas en alta mar;
hasta el escorbuto,
así es la espera que doblega la piel
un naufragio sin inequidad de silencio
vigía de estuarios
cada paso es ese riesgo
un silencio borrado por mareas...
aguja que apunta a tu puerto en las hogueras de la espera...
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