Saturday, September 5, 2009
¡En qué pausado vértigo te encuentras,
qué sombras bebes en qué sonoros vasos!
¡Con qué manos de hule estás diciendo adiós
Y qué desdentada sonrisa echas por delante!
Te miro poco a poco tratando de quererte
Pero estás mojado de alcohol
Y escupes en la manga de tu camisa
¿Adonde vas, hermano?
¿De qué verguenza huyes?,
¿de qué muerte te escondes?
Yo miro al niño que fuiste,
cómo lo llevas de la mano
De cantina a cantina, de un hambre a otra.
Me hablas de cosas que sólo tu madrugada conoce,
De formas que sólo tu sueño ha visto,
Y sé que estamos lejos, cada uno en el lugar de su miseria
Bajo la misma lluvia de esta tarde.
Tú no puedes flotar, pero yo hundirme.
Vamos a andar del brazo, como dos topos amarillos,
A ver si el dios de los subterráneos nos conduce.
Jaime Sabines