Near Walden Pond. Concord, MA. 2010
Veo la llegada de las generaciones futuras, veo lutos, veo lapidas memoriales. Hoy el mundo se ha roto. Nada vive. El éxtasis y la pena son geometrías.
J.M.G. Le Clézio
Este mundo está terriblemente aquí.
J.M.G. Le Clézio
¿Que tanto tú, ruin espejismo has devorado hoy?
He intentado escapar... en la mitad de las cosas existen las vías del tren... durmientes de madera, rieles sosteniendo la atmósfera dividiendo el terreno, viviendo oxidados por el aire por la respiración que cicatriza angustias; aire aferrado al aparato de la vida las cavidades, los plexos...
No solo el dolor habita en nuestros vestigios -órbita umbilical- habita cuando fuimos hombres, y habitamos como hombres y el tren no llega así las hojas caigan, rieles curvados a la intemperie, curvados al horizonte...
habitamos como hombres, como hipo de las cosas. Los colores solo tienen vetas grises, grises el azul, el rojo la noche, los rieles arco iris de arena mecanismos que dan pasos.
Nos masticamos de mirarnos, el mundo existe como una verdad a medias, se vuelve una posibilidad solo porque el tren pase... acá esperamos, mientras esta sombra nos mira desde los talones como la sordera, como las ventanas del recorrido
aguantando la tensión,
produciendo la velocidad... pasando sobre durmientes, cementerios: jardines de cariátides horizontales, como en renglones letras de sepulcros
Relojes de arena que gotean la humanidad así exprime la muerte a la conciencia... vamos de un punto a otro y la vida es el único intento de practicar
este numero de funámbulo,
mantener opípara la muerte, que es sombra, como sombras son los reflejos de luz penetrando en el iris, las paredes del caucho de la piel en su lado visceral, sombra es el dédalo circular -útero- miasma de arterias...
El tren pasa, remueve el aire donde nos sostenemos sin plumaje, Y no se, si espero al tren o veo las hojas del otoño caer desde su ventana y los rieles curvados,
girando a la izquierda del horizonte, o solo leo esto con pánico. -azar de coincidencias-
Camino y mis pies están siendo sostenidos sobre los añicos del universo. |